jueves, 12 de junio de 2025

Los juegos malos también tienen alma (y espacio en este blog)

En algún rincón oscuro de mi estantería (o quizá ya sepultado en el fondo de una caja que prometí nunca volver a abrir) yacen juegos que me hicieron dudar de mis decisiones como ser humano. No me refiero a títulos simplemente mediocres o que envejecieron mal, sino a verdaderos esperpentos interactivos: injugables, rotos, insulsos o simplemente feos con ganas. Y he decidido que ya es hora de darles el protagonismo que merecen… o al menos una despedida digna.

Por ello próximamente (a principios de julio) empezaré una serie de entradas dedicada a repasar lo peor que ha pasado por mis manos en materia de videojuegos. No como ejercicio masoquista (aunque un poco sí), sino como tributo a esos títulos que, por las razones equivocadas, se ganaron un lugar en mi memoria. Serán reseñas sin compasión pero con cariño, porque hasta el peor cartucho tiene una historia que contar. Spoiler: los primeros juegos no tocará para nada NES porque hay cosas mucho más recientes de las que me arrepiento.