
Desde hace varias semanas la aplicación WhatsApp ha pasado para muchos de sus usuarios -entre los que me incluyo- a ser una aplicación de pago anual. No es que esto sea una tragedia, pues es un pago mínimo mensual, pero me molesta que hayan seguido la misma estrategía como otros grandes softwares actuales, como Spotify, que han dejado la aplicación gratuita durante años y, una vez bien implantada, empezar a cobrar.
Aunque...