Estos matices de sutiliza en publicidad y en marketing se llama "hiperrealidad". No se puede decir de la hiperrealidad que "exista" o "no exista"; simplemente es una forma de describir la información a la que la conciencia se ve expuesta. En otras palabras, es una forma 'elegante' de engañar al consumidor valiéndose de palabrería, falsos argumentos o trucos informáticos.

A pesar de que se crea que no es una práctica muy común; a todas luces, llamado vulgarmente 'publicidad engañosa'; existe y está ahí en el día a dia. Una publicidad que transmite un mensaje que puede inducir a error a sus destinatarios a pesar de existir "La Ley general de publicidad". Simplemente viendo algún que otro anuncio de estas mismas navidades podemos ver que:
- En el anuncio de Central Lechera Asturiana no son asturianos, sino figurantes imitando el acento asturiano.
- Volkswagen vuelve a las andadas con el ziritione, ¿No nos llegó lo machacón de ya hace años que hasta las vacas lo llevaban en los cuernos?
- Isabel Preysler en una entrevista confesó no gustarle los chocolates Ferrero.
- Está demostrado que usando AXE no se liga más.
- No hace falta tener la cocina o ducha hecha un asco para pasarle el Don Limpio.
- La lotería no siempre toca por mucho que digan "siempre toca". Le toca siempre a los mismos.
- La cerveza 0% no tiene sabor a cerveza.
- El anuncio de Caja Duero, está grabado en el Pirineo Oscense porque el Duero no tenía el agua tan limpia como querían los publicistas.
- La desaparición de llamadas gratuitas entre clientes Yoigo de por vida; haciendo lo que les sale de los huevos, verdad verdadera.
¿Tan grave es este último anuncio de Telefónica para que salga en tantos medios? Yo creo que no.
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