Estaba leyendo este pasado fin de semana la noticia donde el ministro de Fomento, José Blanco ha asegurado que los impuestos españoles son "muy bajos" abriendo la puerta a "homologarlos" a la media de la Unión Europea para lograr servicios e infraestructuras "de primera". Quienes me conocen saben que la política me importa más bien poco pues en mayor o menor medida, los políticos me parecen cortados de la misma vara. Pero se me vino a la cabeza que junto a estas declaraciones y hace poco se había subido ya el IVA, la habladuría de ese "pleno empleo" prometido junto con otras perlas del Gobierno, el porqué habíamos escogido este Gobierno... ¡¡Por sus promesas electorales!!
¿Dónde quedaron esas promesas? Todo esto tendría que estar recogido en algún sitio... Claro: ¡¡El programa electoral de 2008!! Raudo y veloz comprobé que seguían ahí y aun no lo han hecho desaparecer como pasó en el pasado 2004. Desde mi ignorancia política y derecho a pataleta, si quiero dejar constancia de algunos puntos a destacar que aparecen en el programa electoral dejando en el aire la pregunta mientras expongo el siguiente texto: ¿De que sirve un programa electoral si no se cumple y parecen mas paradojas?
- Mejorar la calidad del trabajo: fijando las siguientes metas (crear 2 millones nuevos de empleos), aumentar la tasa de empleo por encima del 70% reduciendo el empleo hasta situarlo en un 7% creando para ello un salario suficiente que permita satisfacer las necesidades de la gente. (Sección pleno empleo)
- La realidad: En un momento donde el desempleo entre los jóvenes ya alcanza niveles históricos (62%) España es líder global en desempleo al tener la segunda mayor tasa de paro del mundo superando la barrera psicológica del 20% del paro total, situándose en un total de 4.645.500 personas. España es, pues, campeón mundial en desempleo. Eso si, el pasado junio el Gobierno calcula que se crearán 2,37 millones de contratos indefinidos entre 2010 y 2011 superando aquello que se había propuesto en toda la legislatura. ¿Lo conseguirá? Lo dudo...
- Un nuevo plan de la vivienda para facilitar el acceso a la vivienda en compra y en alquiler y para potenciar la rehabilitación con medidas para facilitar la compra y el alquiler de viviendas. (Sección política de vivienda: Mejor acceso, emancipación y urbanismo más sostenible)
- La realidad: El Ministerio de Vivienda suprimirá en 2011 y 2012 la ayuda directa por la compra de vivienda prevista en el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación, que oscila entre los 5.000 y 12.000 euros así como suprimirá la ayuda a la compra de pisos protegido.
- Un incremento sustancial de los recursos de la Adminstración General del Estado en I+D+i (Sección Capital tecnológico: investigación).
- La realidad: el Estado siguen sin invertirlo suficiente pues los investigadores llegan a un punto donde ven la necesidad de marcharse a trabajar al extranjero. Por su parte, el Gobierno acaba de promover la nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que no contenta ni a los investigadores, ni a los sindicatos, ni a las sociedades científicas. El refrán dice que nunca llueve a gusto de todos, pues el Gobierno ha conseguido que llueva a disgusto de todos.
- Universidades con mayor proyección internacional. Han de estar mas presentes en el mundo, ser reconocidas entre las mejores y resultar mas atracticas a estudiantes, investigadores y empresas extranjeras. El objetivo es colocar nuestro sistema universitario entre las 10 mejores del mundo, por su calidad. (Sección Educación)
- La realidad: Las universidades españolas dejan mucho que desear. Según el estudio que se hace anualmente de la ARWU mediante un ranking de universidades a nivel internacional, ninguna de las universidades españolas está entre las 200 primeras, lejos de esa meta de ser top10.
Invito a cualquiera que haya votado y se sienta estafado o timado, eche un vistazo al programa electoral, vigente y saque sus propias conclusiones. Recordar que un programa electoral es un documento por medio del cual un partido politico concurre a unas elecciones y se compromete a cumplirlo si sale elegido. Los programas electorales deberían de ser considerados contratos, tal como la propaganda por escrita y no simples ideas al aire o buenas intenciones para ganar votos. Pero, como suelen decir: "hecha la ley, hecha la trampa...".
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