Hace un par de años aquí mismo en el blog hablaba de la
leyenda del hombre del saco y esta semana me enteré de una leyenda de la que no tenía constancia:
"O Curruncho". Me pareció interesante para dedicarle una entrada por lo que me puse a buscar información en Internet, familiares, amigos, etc... Y curiosamente no encontré gran cosa. El problema es que "
Curruncho" como tal es una palabra muy utilizada en el léxico gallego (s
itio aislado, más o menos pequeño y escondido, dentro de un espacio mayor) y nombre muy habitual de bares y tascas de toda la geografía gallega. A decir verdad las leyendas de Galicia responden a la idiosincrasia de un territorio
con cientos de años de historia. Su clima oscuro y lluvioso, sus
agrestes costas y sus profundos valles boscosos se prestan
maravillosamente a la aparición de relatos míticos y sombríos; pero me extrañaba no encontrar nada en concreto acerca de éste. Al final llegué a la conclusión de que es una de esas leyendas populares que fueron pasando de boca en boca pero con las nuevas generaciones se fue diluyendo hasta casi su total extinción al ser una creencia popular que ha sido transmitida de generación en
generación como una forma de explicar los fenómenos naturales y los
accidentes que ocurren en el agua.
Esta leyenda se remonta a la época medieval y se cree que
se originó en las creencias paganas de los antiguos habitantes de
Galicia. Durante ese tiempo, se creía que los ríos, lagos y arroyos eran
sagrados y que estaban habitados por criaturas mágicas cual bosque animado como el libro de Wenceslao Fernández. Con el tiempo,
estas creencias paganas se fusionaron con las creencias cristianas y "O
Curruncho" se convirtió en un símbolo del mal y la muerte.
Según la leyenda,
el Curruncho tiene una apariencia similar a la de una serpiente o un dragón, con un gran cuerpo y una boca llena de dientes afilados quien es capaz de atraer a sus víctimas con un canto melodioso que se dice es muy similar al sonido de una flauta. Una vez que una persona se acerca, ataca y se alimenta de la víctima. Se cree que vive en los ríos, lagos y arroyos siendo el responsable de
la muerte de muchas personas que se ahogan en estas aguas.Por ello llegó a convertirse en una figura temida y, dicen los rumores, que aún se puede escuchar su canto incluso hoy en día en las noches de verano tentando a sus futuras presas.
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