La moda de los videojuegos retro sigue creciendo cada año y, a raíz de eso, cada vez son más los artículos van apareciendo en el mercado inspirados en ellos. Hace unos años en Estados Unidos, allá por 2019, salía a la venta una colección de máquinas recreativas de bolsillos llamados ‘Tiny Arcade’ que en esencia son pequeñas reproducciones muy limitadas de las máquinas recreativas de los años 80. Hace ya tiempo que habían llamado mi atención pero el hecho de tener que tirar de importación siempre me echaba hacía atrás. Por suerte ahora una empresa madrileña ha decidido comercializarlos en España por lo que aproveché para hacerme con uno. En mi caso el afortunado fue Q*bert aunque hay muchos más modelos: Pac-Man, Tetris, Galaga, Space Invaders, Galaxian, Dig Dug entre otros. El precio recomendado es de unos 20€ aunque dependiendo de la tienda se puede encontrar desde unos 12€.
Cada modelo viene en un temático estuche de plástico (completamente en inglés) que es fácil de abrir y volver a cerrar sin hacer marcas visibles lo que lo hace perfecto para personas interesadas en coleccionar, pero que a su vez quieran usar la máquina de forma ocasional. El único precinto se encuentra en la parte inferior de la caja que no es necesario siquiera romper. De todas formas para puristas es posible usar la máquina de forma ocasional sin siquiera abrir el empaquetado pues el estuche ofrece un pequeño orificio donde podemos acceder a los mandos y así activar el juego. Este modo demostración está limitado a poco tiempo por lo que si quieres hacer real uso de la máquina será necesario sacarla y activarla (apagando la unidad y volviendo a encenderlo mediante el interruptor en la parte posterior).
Todas estas mini-recreativas miden aproximadamente lo mismo: 9cm de alto, 4,3cm de ancho y 4,6cm de profundidad. Por su tamaño teóricamente vienen como máquinas de bolsillo -incluso traen una cadena a modo de llavero que no es fácil de quitar- pero personalmente creo que son más adecuadas como adornos de escritorio o similar más que llevarlo en el bolsillo y sacarlo en la calle o en el bus para echar una partida. Su peso es correcto; mi modelo pesa con las pilas 104 gramos.
La máquina funciona gracias a tres pilas AAA que vienen ya incluidas (agotadas en mi unidad) que no se cuánto durarán. Estas baterías aparte de encender la pantalla para ofrecer el juego en si (tanto visualmente como auditivamente) también enciende un led que ilumina la parte superior frontal de la máquina tal y como los hacían las máquinas clásicas. Para un mayor ahorro de batería si estamos unos minutos sin tocar la máquina ésta entrará automáticamente en un modo de ahorro apagándose hasta que pulsemos nuevamente cualquiera de sus botones.
Los controles de la máquina consisten en una pequeña palanca para mover nuestro personaje y dos botones para interaccionar, todo de plástico. Para la mano de un niño puede ser adecuado pero para un adulto se le hará difícil manejar con soltura el juego. Pero responde sorprendentemente bien para pequeñas sesiones.Lo menos destacable tal vez sea su pequeña pantalla de unos 3cms de una calidad suficiente; se ve y listo. El altavoz se sitúa en la parte inferior de la máquina y se escucha relativamente bien. Eso si; no es posible apagar el sonido, cosa a tener en cuenta si jugamos en un ambiente silencioso o en la calle.
Para los más manitas hay un hack para la máquina lo que permite cambiar el juego. En su memoria no viene únicamente el que se muestra en el empaquetado, sino varios más ocultos en su memoria que se habrá hecho para ahorrar costes fabricando así una única placa común para varios modelos.
Como conclusión personalmente me parece un artículo que, para su precio, ofrece una calidad más que suficiente. A pesar de ser un juguete en la mano no nos parecerá que estemos ante un producto de mala calidad. Y si tenemos que hacer un regalo todo un acierto si es para un amante de lo retro. Yo, por mi parte, intentaré hacerme con alguna más.
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